La sesión individual es un encuentro entre dos personas. La diferencia está en que el terapeuta es un profesional de la salud, que tiene una formación especializada y específica, realizada en una institución reconocida con programas acreditados. Estos programas, constan de un mínimo de tres años que contemplan una formación teórica y práctica. Además, ha realizado al menos dos años de práctica profesional supervisada y un proceso de terapia personal en la misma orientación que aplica. Por tanto, el terapeuta posee una serie de herramientas y técnicas para ayudarte que ya ha implantado en sí mismo, para que tu hagas los cambios en tu persona que tu necesites en este momento de tu vida, porque la vida nos confronta constantemente con retos nuevos.
El objetivo de una terapia es darle a quien acuden las herramientas emocionales necesarias para llevarle a alcanzar el autoapoyo en cualquiera de las circunstancias y experiencias que la vida le depare.
También es un espejo donde mirarte de frente para confrontar los aspectos de ti mismo que no te gustan, para ampliar tu conciencia sobre ti, para mejorar y crecer como persona.
El proceso terapéutico tiene una duración limitada. Finaliza cuando la persona tiene la capacidad de hacerse cargo de si misma, cuando recupera la confianza, la seguridad y el equilibrio interior.
La sanación es un proceso en el que algo excluido, rechazado o no percibido encuentra el lugar que le corresponde dentro de una persona, y con ello ésta se calma.
La consulta del terapeuta es un espacio confidencial y seguro donde expresarte con libertad y sin miedo a los juicios, donde recibes el apoyo emocional que necesitas en determinados momentos de tu vida.
También es un espejo donde mirarte de frente para confrotar los aspectos de ti que no te gustan, para mejorar y crecer como persona.
En definitiva es un espacio donde sentirte escuchado y lo más importante, donde tú te escuchas a ti mismo.